Poemas

Como a cualquiera, la poesía se me despertó con la adolescencia. También como todos intenté empezar por los temas más grandes, por más trillados: la vida, el amor, la gloria. Después, quiero pensar que con la madurez, pero temo deber resignarme con la incapacidad, debí de tocar los temas más "terráqueos": la madre, el agua, el pan, el dolor cotidiano... el amor. Debo confesar que en algún momento pensé desprenderme de la poesía y volcarme meramente a la prosa, pero aquella me ha perseguido desde entonces. Creo que definitivamente soy más poeta que cuentero, pero por una necesidad interna más que por talento.